viernes, 8 de mayo de 2009

SILENCIO


Solo miro a través del dulce ocaso que encierra mi alma,
Encuentro una pálida figura en la oscuridad que me mira con desdén.
La sueño, la vivo, la siento entre mis templadas sábanas de satín que envuelven el calor de mis sentimientos.
Aquello que logra estallar la luz dentro de las cenizas de un fuego viejo, triste, cansado de alumbrar sin dar calor….
Aquello que despierta el animal que late locamente con aire de ilusión. Me estruja, me llena, me obsesiona, me revive.
Dulce capullo que crece con la mirada y que muere con la ignorancia. Revive todas las mañanas y desfallece cuando se hace larga el alba.
Aroma que se transforma en río cuando se aleja de mi cause.
Sólo sé que ahora siento, que siento lo que ahora sé sin saber si gritar lo que creo es la llave de mi nuevo amanecer.

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