miércoles, 20 de mayo de 2009

CUANDO CAE LA NIEVE

En las tardes más oscuras de aquella dulce ilusión,

Se refleja en la nieve el dolor del corazón,

Ese monstruo que palpitaba con la esperanza al viento

Ya ahora se congela por un indeciso sentimiento.

Necesito abrigarme con el calor de tu afecto,

Mas te busco y no sé si prefieres el silencio.

Sobre el hielo se caen los trozos de mi alma,

Se congelan con el dolor que brota de una lágrima.

Mis esfuerzos se convierten en pequeños cristales

Y se rompen como frágiles y hermosos ventanales.

Cuando mira alrededor todo es blanco y muy frío,

Solo observo las sombras de un amor poco sombrío.

Soy el río que se estanca al sentir el aire intenso,

Me derrumba tu mirada y me mata tu tormento.

Sólo dime que me amas más que a este largo invierno,

Sólo dime que me anhelas y rompe en mí este pesado hielo.

Me congelo y no es por mí sino por tu suave ironía,

Necesito más calor en vez de una lenta agonía.

No permitas que me vaya cuando llegue la primavera,

No me sueltes te lo ruego y átame a una cadena.

Este frío me aleja por la falta de calor,

Nunca dejes que mi invierno busque otra estación.

Es un grito que no se impregna en las paredes de tu cuerpo,

Sé que ya solo me queda vivir tu amor muy lento.

Soy invierno que te hace sentir un gran miedo,

Soy invierno que se esmera por alcanzar un largo sueño.

Sin embargo sé que nunca lo haré como yo quiero,

Sé que nunca quitaré ese gran y tonto miedo,

Solo espero que las rosas florezcan en mi de nuevo.

Es inútil imaginar que vendrás a mi, el invierno,

Es inútil ya pensar que llegaré a ese sueño.

Por eso ya prefiero morir en tu silencio,

Porque ya no puedo más morir en mi invierno.

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